Este próximo 21 de septiembre, la revista El viento fundada en 1999, en San Luis, Argentina, cumple merecidos 21 años. De nombre completo Revista cultural latinoamericana (guturalmente hablando) “El viento”, es una publicación independiente que compila y difunde la obra de artistas inéditos que no tienen un espacio para exponer. A lo largo de los años también ha trabajado con talleres al aire libre de temáticas diversas como música literatura, plástica y cultura comunitaria, rescatando producciones de gente de todas las edades que sienten la necesidad de expresarse y que tienen un espacio en esta páginas como órgano de difusión popular. Voces que se encuentra al margen de los medios de comunicación hegemónicos y oficiales tienen allí cita. La revista es dirigida por el amable poeta y músico Luis Vílchez.
Desde el año 2003 la revista publica la colección “Libros de la calle”, que son artesanales y pueden ser manejados el mismo escritor en distintas ferias del libro. Desde el año 2009 edita también la colección de audio “Poetas de la calle y cantautores populares militantes” que registra la oralidad de poetas del pueblo. Materiales que se distribuyen en bibliotecas, centros culturales y recintos educativos con el fin de construir a la preservación de la memoria social.
A lo largo de gran cantidad de eventos culturales (música, presentaciones de libros, lecturas, etc.), la revista ha dado espacio a artistas diversos que exponen su trabajo y se hermanan en la creación y la palabra, rescatando y valorando aspectos de la comunicación humana en torno a la sensibilidad por el arte, involucrando vecinas y vecinos en la discusión de temas y problemas de los barrios. Bajo el lema “La cultura respira con la gente en la calle”, la revista se apropia de la idea de la calle y sus posibilidades como espacio y escenario simbólico desde donde compartir los significados, los referentes, las comuniones, los afectos.
De acuerdo a un artículo de investigación de la historiadora María Elena Chocobare “Quienes hacen la revista la definen como un órgano de ‘comunicación popular”, como una revista de “poesía periodística”, porque los escritos que allí se presentan recogen información, intereses e interpretaciones sobre el contexto histórico de sus autores. Luis señala que durante el trascurso de los años pudo reconocer en los textos que recibe la revista problemáticas políticas, sociales y culturales. Ello lo motivó a leerlos no solo en clave literaria, sino también periodística, dado que en dichos textos se expresan sentimientos, experiencias, ideas, motorizadas por la época, que son veraces.”
Partiendo de un contexto muy local, con el paso del tiempo, la revista ha expandido sus lazos de colaboración con artistas nacionales y del extranjero. Así la revista ha ido recreándose y permaneciendo de boca en boca, de mano en mano, ahora también gracias a las redes sociales y a formatos electrónicos como el pdf.
Identificada con un logo que es un símbolo eólico en forma de cerebro, centro de la memoria, la revista preserva la tradición viva del pueblo y la difunde para todo aquel que guste acercarse a convidar alrededor de esta hoguera de calidez humana.
A pesar de las adversidades usuales de las empresas culturales, esta revista se ha logrado mantener y granjear un cariño seguro. Y es que, además de estar hecha con entrega, el criterio de la revista es inclusivo y en él todos pueden tener cabida. Aun así, los números pueden organizarse en torno un tema de interés: la resistencia, el tiempo, la violencia, el amor, etc. Temas sensibles que mueven las fibras de las comunidades abarcadas.
El viento con su ráfaga de poesía y creación moviliza el pulso de los sentires populares, regresando a la palabra y el signo artístico a su primigenio sentido de lazo y unión. ¡Felicidades a El viento! ¡Y que vengan muchos años más! ¡Albricias y salud!