Carolina Cortés nació en Bogotá, en 1984. Culminó la Licenciatura o Ingeniería Social en Química, en la Universidad Distrital. Realizó su primera publicación participando en el libro Pasión hecha palabra de la editorial URBANA, parte de la 3a edición del Encuentro Nacional de Escritores 2006, cuyo lanzamiento fue el 12 de diciembre de 2006.
Viviendo en un mundo de fórmulas químicas, pero con las letras en el corazón, Carolina reunió sus primeros poemas, escritos hacia la primera década de este siglo, en el proyecto de un libro de poemas: Em-pezares. De esto y mucho más nos habla ella misma, en su primera entrevista concedida a prensa mexicana, misma que apareció por primera vez en el periódico virtual El vallartense, en 2007.
Colombia es un país con una gran riqueza cultural y tradición en cuanto a literatura, además de que su influencia ha sido decisiva en las letras hispanoamericanas. ¿Cómo ve la gente de tu nación a escritores como García Márquez y Álvaro Mutis? ¿Acaso como héroes nacionales?
Es correcta tu apreciación. Su influencia es muy marcada, y da paso a una gran admiración para con su obra, su narrativa y la manera sublime como incorporan la poesía en sus historias. Sería algo presuntuoso intentar precisar la magnitud y la influencia de su obra; puede afirmarse que sus escritos son lecturas, por fortuna obligadas, para difundir la literatura colombiana.
¿Cuál y cómo ha sido tu experiencia al trabajar desde una cabina de radio a favor de la poesía?
Colaboro en un programa cultural donde casi siempre contamos con invitados y colaboradores comprometidos con las historias plasmadas en el papel y con artistas en general; con ellos, se procura un espacio para disfrutar de la cultura, aportar a su difusión y al provecho de las actividades afines, que son muchas.
Esta participación ha representado un reto en varios aspectos: hacer periodismo cultural implica una gran responsabilidad con las manifestaciones artísticas; hay que aprovechar el espacio que propicia “Bogotá, Capital Mundial del Libro” y el “Elogio a la lectura” que en buena hora nos han permitido tener a Saramago; a los 39 escritores menores de 39, entre otros y convertirnos en voceros de escritores poco editados o conocidos y de sus obras. En pocas palabras, el carné de prensa es de las mejores llaves para adentrarse en el universo de cada creador.
¿Cuáles son temas los centrales o predominantes de tu poesía y por qué?
Estimo que le apuesto a la prosa poética, reflejando en ella experiencias muy personales, con tres vertientes definidas: el amor y sus rastros; la existencia, con sus presuntas consecuencias; y la fantasía como transgresora de la realidad. Para justificarlas acuden las horas de infancia solitaria, el efecto de la ciudad persistente, inconexa, ambigua y hasta laberíntica, persiguiendo historias que hallan sus detalles en las observaciones, al caminar y al dar lectura a libros exentos de recomendaciones; todo dentro de cierta manía por aprovechar la nostalgia creadora de la distancia a través de cartas, amigos, recuerdos y melancolía capturados en momentos de culto a las palabras.
¿Te consideras surrealista? ¿Es el surrealismo un movimiento poético aún fuerte en Colombia?
No. En Colombia, hablar de movimientos definidos es utópico. El más reciente ha sido el Nadaísmo, aunque existen varias propuestas por demás diferentes y libres, que se cultivan más a nivel personal que como tendencias literarias de grupos. En la actualidad trabajamos con varios colegas en la “metapoesía”, propuesta que elimina la pasividad del lector y amplia demasiado la interpretación del texto. Se puede afirmar que hoy en día, los poetas en Colombia y en Latinoamérica escriben con su estilo personal, dando más importancia al contenido que a las escuelas.
¿Para cuándo podemos esperar el lanzamiento de tu primer libro y qué encontraremos en él?
El lanzamiento será el 4 de diciembre en Bogotá, en la Biblioteca Luis Ángel Arango, la más visitada del mundo. Un libro es un viajero natural y espero confirmación para darlo a conocer en otras ciudades, contemplando por supuesto la posibilidad de cruzar fronteras. Em-pezares reúne observaciones del mundo. Allí condenso las catarsis que me permite la escritura frente a situaciones cotidianas, con un lenguaje sencillo y en diversos tonos expongo la modalidad para desentrañar la presencia de estos años, combinando algo de trashumancia, despedidas, acunando sentimientos que tuvieron forma en la complicidad de la memoria. Para muestra del libro, el siguiente poema.
CON SINES Y DEMASES
Eso no me lo creo,
o les comentas entre versos,
o bien, a ellos los encuentra en privado la misma carta.
Siempre mostraste esa destreza para enarbolar el campo y sus frondosos detalles, que ahora se me antojan invaluables.
A mis padres se les transparenta ese odio infinito,
y a mí el autoritarismo universal,
es más,
me he encontrado con que mis famosas ganas de salir, tienen el discurso de todos ustedes,
incluyendo a la abuela;
soy mi papá seleccionando al andar los ingredientes de su lustrosa felicidad;
soy mi mamá disfrutando en medio de tantas sencillas partes de todo, que facilitan almacenar y encontrar, a veces nada;
soy mi abuela revisando una frontera cada que me levanto creyéndome al otro lado de sus locuras;
soy tú, hermano mío en la sed de las hazañas que le concediste estrujar a tu rigurosa imaginación,
y sé que todos lidiamos con libertad,
y habitantes en la misma extrañeza de la noche
almidonamos intercambiando nuestros sueños,
entre peticiones y risas
la labranza de los mismos parajes.