EL CINE PORNO

El cine porno está entre dos calles lóbregas
que la gente transita apresuradamente,
donde los borrachos duermen sobre las aceras.

Es como cualquier otro cine: oscuro.
Sin embargo, en su interior, en las esquinas de sombra,
los hombres se masturban unos a otros
y, de vez en cuando, se hincan.

Todos sabemos lo que en él se proyecta.

He visto a los adolescentes que odian las clases
entrar con falsas identificaciones,
con la mochila atestada de golosinas,
y dormitar la permanencia voluntaria.

Es como cualquier otro cine: inmundo,
construido para albergar multitudes
que escupen, eructan, gritan insolencias.

He visto sus baños rayados con graffiti
donde los tímidos se esconden para orinar
y los orgullosos se muestran tal cual.
Hay en él un cuarto más oscuro que oscuro,
que está allí, anexo, y que sirve para…

El cine porno está aquí.
¡Pasen y vean la maravilla del hombre:
el cinematógrafo!