Algunos fuman sólo
por ocupar sus músculos.
Porque el espectáculo es
más que sombras y marionetas:
carne y sangre;  
tú y yo torciendo el pellejo
en el mito atávico de la existencia.

A ningún otro importa.
Cada uno conoció
el grano de alpiste que anima
al diminuto pájaro en su jaula.

Mas, ni lo pienses:
hay teología.
Cuando hablas contigo rezas.
Al dormir visitas a un dios en su caverna.

Quizá no has considerado
que este desparpajo sea la bondad toda,
predicada.