No al popote, por favor. Cuántas veces hemos escuchado esto. Cual si fuera el mismo diablo satanizamos al popote, como si éste tuviera la culpa de la contaminación del planeta, cuando en realidad, el ser humano es el único causante de los daños ambientales.

El popote tiene una finalidad de ser higiénico y de garantizar que tú bebas algo directamente del producto y no tengas que confiar en que un vaso esté bien lavado O que tengas que estar limpiando la lata que estaba en un almacén.

“El problema está en que por cada bebida que pedimos nos dan un popote. Podemos usar uno sólo para muchas bebidas. La realidad es que estamos exagerando en el uso. Al cabo de una comida se usaron como 5 o 6 popotes de una sola persona”, dijo Jorge Treviño, Director General de ECOCE A.C.

Hoy día, México tiene un problema de agua potable y, de acuerdo con el director, no la podemos desperdiciar para estar lavando en exceso, entonces los procesos de lavado no son muy eficientes ni en bares y restaurantes, mucho menos en los puestos de la esquina,  por eso existe el popote.

La sociedad debe concienciar que no se ha encontrado un camino para recuperar los popotes en las plantas de separación. Tenemos la alternativa de la termo valorización,  esto significa que los residuos que no tienen un valor se pueden quemar y así generar energía.

Una solución es disminuir el consumo del popote, aprovechar su uso y omitirlo en lugares como playas, pues de un restaurante pasa a estar flotando en el mar.