La publicación de Re7 en Nintendo Switch debería ser una buena noticia para los fans, pero en lugar de eso, nos ha dejado aterrados, y no por las razones correctas.
Hace un par de días se dio a conocer la noticia de que Capcom llevaría Resident Evil 7 al Nintendo Switch de manera exclusiva (por el momento) para Japón, pero con una condición aterradora: el juego corre en la nube y si lo “compras” sólo podrás jugarlo 180 días.
Las opiniones al respecto, como siempre, se encuentran divididas, pero en general se ha disparado una alerta para todos los que consumimos videojuegos actualmente: ¿es esto el futuro de la industria? La respuesta es todavía más aterradora: no, es el presente.
Al respecto hay que aclarar varias cosas, empezando por el hecho de que cualquier compra de contenido digital en las principales plataformas de videojuegos (PlayStation, Xbox, Nintendo y Steam) es en sí una renta.
El concepto de compra no existe actualmente en prácticamente ninguna tienda de contenido digital, no sólo hablando de videojuegos, también aplica para música, películas, libros, etc.
Como ejemplo podemos hablar de los términos y condiciones de PlayStation:
Cuando compra un producto, acepta que está adquiriendo una licencia para usar ese producto y no la propiedad del producto. Si el producto que usted nos compra es Software (tal y como se definen los términos de utilización del Software), usted recibirá una licencia para usar ese Software de acuerdo con los términos de utilización del Software. Para todos los demás productos que adquiera con nosotros, usted recibe una licencia personal limitada, no exclusiva e intransferible para usar esos productos. Además de esta licencia, nosotros y nuestros licenciadores nos reservamos todos los derechos, intereses y compensaciones.
Las licencias que adquirimos tienen diversas dependencias, como la permanencia del servicio en sí. Es decir, si en un futuro se apagan los servidores (como ya ha pasado) de la PlayStation Network para PS3, no podremos volver a descargar nuestros juegos, pero tampoco podremos volver a jugarlos a pesar de tenerlos en nuestra consola instalados, debido a que no se podrá verificar la licencia online.
Asimismo, nuestras licencias dependen de los contratos entre compañías, ya que entre ellas pueden acordar la permanencia o el retiro de un determinado juego de una tienda online, por lo que a pesar de que lo hayas comprado, no podrías volver a utilizarlo, y como en los términos y condiciones de prácticamente cualquiera de estas tiendas se menciona que pueden retirarte la licencia así sin más, no podrías hacer nada al respecto.
Esto ya ha pasado: cuando Disney adquirió los derechos de Marvel, las políticas sobre videojuegos como Marvel vs Capcom se volvieron más complejas, por lo que en 2014 se retiraron todos los títulos de Marvel de Xbox, PlayStation y Steam.
Los juegos en la nube, el terrorífico pronóstico
Los juegos en la nube no son nada nuevo, el servicio OnLive fue quizás uno de los más prometedores, ya que ofrecía juegos por streaming desde 2010, algo que en su momento prometió mucho, pero que al final terminó teniendo poca relevancia en la industria. En 2015 Sony adquirió la compañía y utilizó parte de su tecnología e infraestructura para su propio servicio de juegos en la nube: PlayStation Now.
(Por cierto, los 8 juegos que compré en OnLive, ya me son inaccesiblesL).
Sin embargo, para muchos consumidores el modelo de juegos por streaming podría resultar muy tentador. Sin embargo, en mi opinión, estas son las razones por las cuáles no adoptaría dicho modelo de consumo:
1.- Dependencia completa de una conexión de banda ancha para jugar.
2.- Delay: ya batallamos lo suficiente hoy en día en contra del delay gracias a las televisiones actuales y a los juegos en línea, por lo que un juego por streaming sólo vendría a poner una capa más entre el input del usuario y la respuesta en pantalla.
3.- Renuncia completa al derecho de adquirir un producto: con un modelo de streaming nunca volveríamos a poseer un juego. Tal como ocurre hoy en día con servicios como Netflix, estamos a merced de un catálogo cambiante en el que continuamente desaparecen títulos para nunca volver.
4.- No existen mecanismos eficientes para apelar o defenderte frente a un ban injustificado. Como ejemplo de esto, los invito a leer este texto del buen Artemio Urbina, quien detalla de manera minuciosa el calvario que fue intentar recuperar su cuenta de Nintendo y su 3DS, lo cual al final no pudo conseguir a pesar de que lo banearon por un mal entendido.
¿Y qué hay con los juegos físicos actuales?
Lamentablemente, son una farsa. Los juegos físicos actuales necesitan también de validación online de la licencia, la cual se puede retirar de manera remota y sin más en cualquiera de las plataformas, por lo que al final nos quedaría sólo un disco o un cartucho inservibles.
La alternativa
Afortunadamente, si esta situación no te agrada, siempre podrás manifestar tu opinión con tu cartera. Ya lo hemos podido ver con casos como el de Star Wars Battlefront II, donde se demostró que las compañías pueden dejar de ser abusivas si el consumidor es más exigente.
Por ello, probablemente el futuro de la industria no esté fundamentado en las decisiones corporativas y de negocios de las compañías, sino en el comportamiento de los consumidores.