Si has salido del metro Auditorio o pasado cerca de Reforma 222, seguro has visto el Hotel Marriott. Éste pertenece a una cadena hotelera que nació en Maryland, Estados Unidos.
En noviembre de 2015, la cadena compró Starwood por más de 12,000 millones de dólares. Hoy día, el grupo cuenta con 5,700 hoteles en más de 68 países y más de 1.1 millones de habitaciones. Entre las marcas que maneja están Courtyard by Marriott, Autograph Collection, Residence Inn, Fairfield Inn, SpringHill Suites, Horizons y The Ritz.
Pero lo interesante de esta cadena va más allá de los números. Cada hotel del grupo alberga anécdotas que no todos conocen. Acá te contamos algunas de las historias que encierran los muros del Courtyard Aeropuerto.
La Caja Corazón
Si alguna vez visitas el Courtyard, tienes una reunión de trabajo y no tienes una corbata, no te preocupes, tal vez haya alguna en la Caja Corazón. Resulta que cada área del hotel tiene una caja donde de manera quincenal compra un objeto que pudieran necesitar los huéspedes: una corbata, un gel, un juguete, una crema de manos, hasta una máscara de luchas. Pues en necesidades nunca se sabe…
Mónica, la galleta de jengibre
Ni te imaginas quién va a recibirte en la puerta del hotel. Una vez, Mónica, trabajadora del Courtyard, sacó a relucir sus dotes de costura e hizo un disfraz de galleta de jengibre. Cierto día, cuando las personas llegaron a la recepción fueron recibidos por la botarga, quien, sin poder caminar, les entregaba un paquete de galletas para hacer más feliz su estadía.
Esta historia pasó a ser parte icónica del hotel, pues a la fecha todos saben de la galleta de jengibre que no podía caminar, pero cómo pudo sacar sonrisas.
El sismo del 19S
Tras el sismo del 19 de septiembre pasado, los hoteles aledaños al Aeropuerto de la Ciudad de México fueron evacuados. Pero uno de los problemas inmediatos fue dar el servicio de comida a los huéspedes y a la gente que estaba en el aeropuerto, ya que los establecimientos de comida no estaban dando servicio.
Ante ello, al chef del hotel se le ocurrió preparar un bufet en frío. Esto tuvo tal éxito que el restaurante sobrepasó su límite, y tuvo que ocupar áreas cercanas al restaurante para poder alimentar a los que llegaran al hotel.
El hombre desnudo en el pasillo
Cuenta el personal del hotel que hay un cliente asiduo que siempre visita el hotel y se registra con otro nombre, a fin de que no lo encuentre su esposa.
Siempre llega acompañado de una mujer distinta, pero hubo una noche que llegó sólo. El hombre aquel se encerró y pidió servicio a cuarto.
Pidió varios tragos. Al cabo de un rato, el huésped salió desnudo de su habitación y se dirigió al elevador. Una recamarera se sorprendió al verlo desnudo por el pasillo. Inmediatamente se le ofreció ayuda, y fue llevado a su cuarto.
¿Qué fue lo que pasó? El huésped estaba borracho, intentó ir al baño, pero en lugar de ello, salió de su habitación.
Si vas al Courtyard Aeropuerto no te preocupes, no te encontrarás con el hombre desnudo del pasillo, pues a diferencia de las historias anteriores, esta anécdota ocurrió en Chicago. ¡Qué tal!