En Venecia, Italia, una de las ciudades más bellas del mundo, visitada diariamente por miles de turistas, se lleva a cabo uno de los festivales más populares y refinados a nivel mundial: el Carnaval de Venecia. Originado por las festividades de los días santos, que da inicio el 26 de diciembre, día de San Stefano y concluyendo 10 días después, entre los que se encuentra el miércoles de ceniza.

Esta festividad abre sus puertas a lugareños y extranjeros que busquen trasladarse al siglo XVII, vestir atuendos de la nobleza veneciana y máscaras con un toque lleno de misterio que pueden ser adquiridas en las numerosas tiendas de máscaras artesanales abiertas todo el año, y donde destacan antifaces, máscaras de rostro completo con adornos dorados y el famoso doctor de la peste.

Se sabe que esta tradición de máscaras sucedió a causa de ocultar el rostro de los resultados marcados por la cuaresma en ese entonces. Gracias a que era imposible reconocer identidades, tanto los pobres como los de familia noble aprovechaban para mezclarse con la gente normal y disfrutar de las fiestas rompiendo los rígidos protocolos sociales.

A lo largo del carnaval se puede disfrutar de desfiles de las vestimentas más elaboradas (que  muchas suelen ser hechas por los mismos participantes); del “Vuelo del Ángel”, celebrado el primer domingo de la festividad, consiste en el descenso de una mujer (elegida como reina del carnaval después de ganar en un año anterior el concurso conocido como “La fiesta de las Marías”), a través de un cable que une la Capanile de San Marcos con el palacio Ducal, un descenso muy parecido al de una tirolesa; también se realizan las fiestas privadas, celebraciones nocturnas con temática de banquetes de la nobleza, el único problema es que únicamente se puede acceder con invitación.

Una de las muchas razones por las que debes visitar Venecia, si te gusta la época medieval y quieres sentirte parte de ella, esta ciudad es el lugar perfecto para ello. Pasea en sus góndolas y descansa del transporte terrestre, porque en aquí ni las bicicletas están permitidas.