Leticia Salazar nació en Francisco I. Madero, Durango en 1950. Salazar, Se define como autodidacta ha obtenido cuatro premios estatales, varias menciones y dos premios internacionales. Su primera novela ha agotado los tres mil ejemplares en su estado natal en escasos dos años Su obra ha sido dada a conocer en Cuba, Estados unidos y ha sido traducida al portugués. Tiene los poemarios publicados: Voz de poeta: De siglo en siglo, Siroco, Piel y sombra, Poemas de los sueños y los espejos y Pájaro sin parvada ni horizonte. Así como las novelas Bernabé, El canto de Teresa y El pasado es mañana; además el libro de cuentos Cuenteando la muerte.

Premios:

1990 – Tercer lugar en el concurso de poesía dif estatal
1997 – Mención Honorífica en el concurso estatal de novela Carlos Estrada
1998 – Premio Estatal de poesía Olga Arias
1999 – Premio Estatal de poesía Silvestre Revueltas
2000 – Premio Estatal de cuento Maria Elvira Bermúdez
2001 – Premio de Poesía amatoria, Brasil, Brasilia
2008 – Mención, 1.er Certamen de Narrativa Universal; Madrid, España
2012 – Mención, VIII Concurso Literario Bonaventuriano USB Cali, Colombia

 

A sus setenta años, la autora rememora su pasado y habla sobre su presente en una larga entrevista.

 

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1.- ¿Qué significa para usted ser poeta?

Como seres humanos no podríamos vivir sin poesía, para mí es como respirar, es traer todo el día una ilusión de algo que a veces no recuerdo qué es. luego miro algo que manda un verso

2.- ¿Cómo inició su camino en la poesía y cómo fue ese proceso?   
Cuando me divorcié tenía 39 años, supe entonces que debía hacer algo en la vida, además de sacar adelante a mis tres hijos. sin un latoso marido tenía más tiempo libre, y entré a literatura en La Casa de la Cultura de Durango; dos años después, me llamaron para hacerme cargo del taller. Por supuesto me negué, no me sentía preparada, más el director, Sergio Jiménez, que en paz descanse, me convenció entregándome un manual de técnica literaria. Ello me obligó a prepararme con suma urgencia: había leído mucho pero en realidad sólo había llegado primaria, secundaria la hice abierta después, hace cinco años también terminé preparatoria. El primer día que llegué a impartir, primero corrí al barro a vomitar a causa de los nervios. Aún no sé cómo pude y tuve capacidad de estar frente a veinte o treinta personas de todas edades esperando que yo, casi analfabeta, les enseñara literatura. Tres años después de estar impartiendo y haciendo mis propios versos, me otorgaron el Premio Estatal Olga Arias; a partir de ahí, me zambullí hasta el fondo a leer poesía moderna y estudiar las vanguardias, la recompensa fue que me otorgaron otros tres Premios Estatales, y obtuve un primer Premio Internacional en Brasil.
3.- ¿Cómo se relaciona personalmente con la poesía?             

Me atrevo a decir que la poesía es la causa principal por la que me levanto cada mañana; tengo intervalos que me olvido del mundo y sólo existo para hacer versos.

4.- ¿De entre sus libros publicados, cuál es el más entrañable y por qué?     
Pájaro sin parvada ni horizonte porque en él está toda la obra poética que tenía escrita hasta ese momento, (1995), incluyendo los cuatro Premios Estatales y el de Brasil

 5.- ¿Qué lugar ocupa la lectura en su vida?                                                              

Por fortuna, la lectura ha sido parte de mi vida. En mi pueblo, tendría yo unos doce años, una tía me prestaba novelas de amor muy románticas. En mi pueblo no vendían libros, pero los conseguía fastidiando a mi tía me los consiguiera en Durango, donde ella trabajaba y visitaba el pueblo los fines de semana. Al llegar a la adolescencia un día la tía me trajo Los miserables y mi vida cambió; no sé explicar cómo, pero desde entonces me sentí en la vida de otra manera, como si yo hubiera crecido de pronto; y pensaba qué cosas tan hermosas tenía la vida, como los libros. En adelante jamás dejé de leer. Ya casada, leía con mis hijos en brazos, moviéndole al arroz, sacudiendo la casa etc. Ahora que soy abuela y tengo más tiempo libre, excepto dos días a la semana que imparto literatura. La soledad y el silencio me acompañan a leer cuando no estoy escribiendo.
6.- ¿Cuáles son los libros que han marcado su vida?                                                                                                     
Desde luego, Los miserables, Así habló Zaratustra, La selección natural de las especies y Rayuela, son los principales libros que han cambiado mi vida. ¿Imagina una pueblerina, casi analfabeta, atrapada en una cultura moralista, se casa a los 17 años y cuando visita su pueblo habla de ciencia en la familia? Mi madre me mandó al sacerdote para que me exorcizara. Bueno, no tanto, pero sí para que me quitara tantas ideas que me mandarían el infierno. Rayuela me sigue teniendo tan anestesiada que me propuse a escribir un ensayo, el primero, que por fortuna están a punto de publicarme.
7.- ¿Cuál es la función que cumple un poeta en su sociedad?
Tengo por ahí un verso que dice: “cada poeta es un soldado menos”. En cuanto a su función social, siempre he creído que, para balancearse, la vida y el universo en sí, se dividen a priori, en dos partes: luz y sombra; bueno y malo; causa y efecto, positivo y negativo etc. Por tanto, todo hacedor de arte, es luz, es lo bueno, es la causa que mueve a la humanidad. Sabemos que el arte existe desde tiempo de las cavernas; desde entonces la fuerza de las artes nos acompaña, para combatir el materialismo y, simplemente, no podemos concebir la vida sin arte.
8.- ¿Cuáles son los poetas mexicanos vivos que admira?                                                                                

Primero te nombro mis admirados durangueños: José Reyes Gonzales, José Ángel Leyva, Jesús Marín, Gerardo Campillo, los principales, pero hay muchos más, algunos fueron mis alumnos. Luis Armenta Malpica, de Guadalajara, creo que hasta él perdió la cuenta de los premios que ha ganado, me lo adjudiqué como maestro. Eduardo Elizalde Chaves, de México, maravillosos en sus versos; Gabriel Zaid, quien alguna vez conocí en un encuentro, ya muy mayor. Muchos otros que he considerado mis maestros como Alí Chumacero, Ramón Xiriau, Homero Aridjis, etc.

9.- ¿Cómo visualiza la poesía hecha en Durango?

Mis contemporáneos, allá por los 80s nos consideramos los abuelos de los escritores y poetas del presente. Cuando nosotros iniciamos, la literatura en Durango estaba casi en cero, quizá ello nos favoreció porque no teníamos competencia; mas aun cuando la mayoría estábamos en pañales, fuimos los primeros en formar seriamente la Sociedad de Escritores de Durango, convocados precisamente por Luis Sergio Soto Jiménez, quien me había llamado para impartir literatura. La sociedad luego se dividió, (¿raro verdad?) ahora somos dos, la mencionada y, Red de Escritores independientes de Durango, fui de las fundaras y he tenido varios cargos. Visualizo la literatura en Durango muy entusiasta. En la RED tenemos un gran poeta promotor bastante entusiasta, José Petronilo Anaya, quien junto con sus hijos (dos de ellos mis ex alumnos) editan una revista: CantaLetras, donde nos publica a los miembros de la RED y a los jóvenes cuando logran alcanzar la calidad para la publicación. Repito, varios de ellos mis alumnos. En los 90s Petronilo editó la primera revista literaria en Durango llamada Contraseña, en ésta nos dimos a conocer los de la Red de Escritores Independientes, de mi generación.

10.- ¿Cómo visualiza la poesía de su generación?

Los de mi generación de los 80s, algunos han logrado llegar a donde todos queremos llegar: que nos publiquen editoriales de renombre sin tener que pagar por ello. Mis contemporáneo de la presente generación, (entre los 15 y 35 años) de verdad que vienen atropellando a los abuelos por llegar a su meta. En lo personal me asombra su capacidad creadora; claro, existe la salvedad de que los del presente todos o casi todos traen estudios en Filosofía, Psicología y sobre todo Letras, además de maestrías y no sé cuántas licenciaturas; ello nos pone en desventaja, pero se compensa con la experiencia. Creo son estos jóvenes quienes llevarán al límite la literatura y las artes durangueñas. No puedo dejar de nombrar otro gran promotor y narrador que, gracias a su acerbo lector, casi todos los de la RED, pasamos por sus cursos de narrativa, curso que todavía se sostiene con gran cantidad de alumnos. Él es Oscar Jiménez Luna, actualmente director de la biblioteca Central. ¡Imagina a un fanático de la lectura como Director de una biblioteca! (Dios los hace y ellos se…)
11.- ¿Cuál es su proceso creativo al momento de hacer un poemario?
Mi pluma y afición son un anzuelo para pescar versos. Muchísimas personas lanzan versos sin advertirlo y yo los pesco: preguntó mi nieto que si su oso tiene miedo cuando está solo: en alguna poesía puse: “porque los juguetes tienen miedo a la soledad”. Hay películas con diálogos fabulosos que nos mandan muchos versos: todo lo que miro donde esté me habla: un árbol me dice: “Este árbol se estremece verdeando palpitaciones: hachazos le salieron al camino”. debo confesar que mi cama y mi escritorio son un increíble desastre a causa de libros subrayados que me dan versos. Libretas, hojas suelta o pedazos de papel llenos de versos los mantengo en una caja de cartón. También soy algo tramposa al estar leyendo un libro de poemas, poemas de esos intensos, como “Altazor”, “Muerte sin fin”, “Libertad bajo palabra”, etc.: tomo una palabra o la transcripción del verso y lo parafraseo, estos trucos los comparto con mis alumnos.

12.- ¿Cómo se ha relacionado con la novela?

Cuando empecé a escribir Bernabé, la primera, el único antecedente era mi lectura de los clásicos, mi técnica era nula; no obstante, Bernabé obtuvo segundo lugar Estatal, y es la que más satisfacciones me ha dado, hoy en día va en la 5ª edición, y finalmente la publicó una editorial argentina (Bruma ediciones) y está en venta en prestigiadas librerías de varios países. Sin embargo, algunos de mis compañeros aseguran que deje la novela, que yo soy poeta, no novelista, ¿será?

13.- ¿Cuál es su idea particular de un cuento?
En nuestro tiempo el cuento es muy solicitado por las editoras, librerías y concursos, y muy vendido. La causa, creo es esta vida veloz que vivimos. Existe un problema: es uno de los géneros más difíciles, nuestros maestros del cuento ya no existen, pero nos dejaron muy clara la técnica, a mí se me dificulta el cuento, y si no se logra culminar la técnica en su creación, mejor dejarlo y, hay que tener cuidado de no confundirlo con el relato. La verdad, un relato es lo más pueril en la narrativa, a menos que la redacción sea tan buena que te asombre.

14.- ¿Cómo ha sido su experiencia al ser una escritora autodidacta?

Sin intención de rosar mi ego. ¡Nunca, Jamás!, pensé lograr lo que he logrado. Es por cultura: me formé en un entorno, repito, sumamente moralista y además en una pobreza paupérrima, pero traía el maravilloso gen de la rebeldía. Cuando estuve casada, recibí humillaciones del hombre y su familia, más tarde me encontré con una frase que dice: “Quien te ofende, está sembrando dentro de ti una rosa”; ello me hizo reflexionar, sobre todo porque no permitiría que mis hijos pasaran lo mismo, mas como consecuencia, desde mis primeras lecturas, mi madre, hasta su muerte, jamás perdonó mi cambio de pensamiento. A veces siento resentimiento no sé con qué o quién, por no haber tenido oportunidad de una profesión. Mas también reto a la vida: “Mira, le digo, logré algo a pesar de que me negaste todo”. Y claro que me siento satisfecha, orgullosa, tranquila y hasta incrédula de lo que he logrado. Cosas así…

15- ¿En qué países se conoce su obra?     

Creo que en ninguno, ni siquiera en la capital de mi país se conocen, Durango es un estado muy aislado y como en todo México, la gente no es lectora; los premios que tengo cuando mucho me han dado a conocer entre las personas cercanas a los concursos y publicaciones. Cierto, hay bastantes revistas y antologías nacionales e internacionales donde mi obra aparece; mas es Durango donde si soy reconocida, algunos opinan, los que me estiman, que soy la mejor poeta de Durango, desde Olga Arias: no es verdad, este ego no tiene tanto alcance: en tan grande mundo, mi obra es apenas una arenita; no obstante, lo que más me ha interesado. Sin embargo, lo que más me ha interesado respecto a mi obra, es dejar constancia de que pasé por este mundo.

16.- ¿Cuál es su idea particular del poema?           

La poesía es una forma de venerar mi alma, ni importa quién me la haya puesto; es una forma de consentir a mi espíritu y mantenerlo calmo, satisfecho; sobre todo cuando me llegan etapas de depresión, como a cualquiera, pues.

17.- ¿Cómo se definiría como escritora?       

Una desconocida escribidora de provincia que quizá “cuando los cerdos vuelen”, seré reconocida, pero para ello debo seguir escribiendo y leyendo como enajenada, y a mis casi 70 años mi cuerpo ya no da para tanto. Sin embargo, no pierdo la esperanza de que alguien, quizá un ángel de esos con alas, un día le ponga alas a los cerdos.

18.- ¿Cómo contempla el panorama de la escritura hecha por mujeres en México?                                   

Bastante prometedor. Soy asidua lectora de Poniatowska, desde joven ella y joven yo, y de Castellanos: la mejor narradora de su tiempo. Hace dos años, alguien me regaló: El cuerpo en que nací, novela inspirada en la infancia de la autora Guadalupe Nettel; luego me recomendaron a Valeria Luicelli y Aurora Xilolonen. Considero son de las nuevas escritoras mexicanas que prometen mucho. Las tres radican en otros países, pero examinan los problemas de nuestra sociedad muy acertadamente: la pobreza, la política, la soledad, la intercomunicación etc. Du obra nos dice que mujeres como éstas pondrán en alto a México literariamente.
19.- ¿Cómo resumiría su experiencia en su taller literario estos 25 años?             

Tenía dos años estudiando en ese taller. Luego el maestro renunció y el director Luis Sergio Soto Jiménez, me llamó para que yo impartiera el taller; desde luego me negué, no me sentía preparada, más él me convenció dándome un libro de técnica donde estudiaría todas las figuras literarias, para cuando empezara el siguiente semestre. Aún ahora no sé cómo tuve el valor y capacidad de estar frente a quince o veinte alumnos de todas las edades. Por fortuna dos años después inició el Internet y, hasta la fecha ha sido mi mejor herramienta. Han pasado por este taller cuatro o cinco generaciones, tengo tantos ex alumnos que ya ni los conozco, pero ellos me recuerdan y dicen cuánto me agradecen haberse encontrado conmigo. Aunque reconozco que ellos me han enseñado más que yo a ellos. Actualmente sólo asisto dos días a la semana. Mis años ya pesan mucho.

20.- ¿Qué mensaje daría a los jóvenes lectores de poesía?     

La poesía actual dista mucho de la del Romanticismo y Modernismo, estilos y forma que mantuvieron cautiva por siglos a la poesía en la rima y la métrica; por tanto, los lectores de más de 40 años se frustran porque no la comprenden, aunque se diga lo mismo al poetizar, la forma de decirlo ha cambiado radicalmente desde las Vanguardias del siglo XX. Me asombra que aún lleguen al taller personas mayores con el estilo del Romanticismo muy arraigado, incluso del renacentista; estas personas se asustan y generalmente no vuelven; por eso, los jóvenes no contaminados de las desusadas vanguardias, son mis favoritos. Y claro que se estudian todas las épocas, el manual que ahora tenemos inicia con la Edad Media hasta nuestros días. Incluso aprenden a rimar y medir y valorar a Bécquer y todos los románticos, sin excluir el gongorismo y conceptismo De hecho, se les enseña Historia Universal de la Literatura. Así pues, el mensaje a cualquier lector es: si no entiende la poesía actual, asista a un taller literario mínimo un semestre, por lo menos para que se den cuenta de lo que no saben. A propósito, soy bastante exigente con mis alumnos, algunas generaciones mes han llamado “La dama de hierro”. Creo que exageran: ¿entonces por qué me quieren tanto? Tengo dos niveles: principiantes y avanzados. Con los avanzados pues ya me conocen pasaron la prueba de mi dureza; con los que inician, lo primero que les advierto es: “Ustedes vienen aquí a aprender literatura, y eso depende de ustedes, pero lo que más me interesa que sepan es lo ignorantes que son, y que una vez que lo comprueben les de tanta vergüenza que jamás en su vida estén dispuestos a ser un inculto más del montón”. ¡Imagina el grupo de rostros azorados! Los inteligentes y decididos, ya sabe lo que le espera: llegar a ser grandes poetas. Los inseguros no vuelven porque jamás serán poetas.
21.- De entre su producción, ¿cuáles son sus poemas favoritos?

Es una pregunta muy subjetiva. Creo que cada poesía tuya te gusta porque tiene algo que en su proceso fue importante. Pero en mí se da una salvedad. Allá por los 90s llegó a Durango un gran poeta cubano, Ernesto Olivera Castro. Habiendo ganado ya varios premios nacionales e internacionales, nosotros, inspirados, nos pareció buen abrevando y le pedimos nos diera un curso de poesía; supongo que nosotros insistíamos en nuestros versitos de amor sin involucrar otros temas. Entonces Ernesto nos advirtió algo así: Tanto se ha escrito sobre el amor que este tema se ha convertido en un “lugar común”, a menos que se sientan tan buenos como para competir con Machado, Paz, Gorostiza, López Velarde… sigan haciendo versos de amor, ya sea verso libre o medido y rimado, pero si creen que no pueden superar a tantos grandes románticos y modernistas, adopten la forma de verso libre y temas que no se refieran al amor. Y la Leticia principiante y rebelde se puso a escribir un poema de amor: “La Muerte es un grito”, primer lugar en poesía amatoria en Brasil, incluido en Pájaro sin parvada ni horizonte, donde están varios de mis premios. Así pues, creo que es este poema y los que he escrito para cada uno de mis hijos, respectivamente, y agregaría uno de los meses, escrito para mi madre que en paz descanse, son los más significativos por la circunstancia de su momento.