Navidad cada vez está más cerca, época de paz, unión y perdón, de sacar lo mejor de nosotros mismos; dirían unos cuantos. Época de decorar, comprar un árbol navideño y llenar de luces la casa; dirían otros más. Sea por una cosa o por otra, uno de los artículos más comprados en estas fechas son los árboles navideños, los pinos, para ser más exactos.

¿Cuántas veces has comprado un árbol navideño natural para, pasada la celebración, ir directo al camión de la basura? Y al año siguiente volver a colaborar con la tala de árboles, que por cierto, su cosecha tarda 7 años, ¿crees que habría aquí un balance?

Si prefieres los árboles naturales a los artificiales por x o y razón -que personalmente creo que los artificiales son más prácticos, además hay muchos muy bellos y hasta de colores poco convencionales-, sería buena idea seguir lo pasos de Rancho El Paraíso.

Localizado en Atemajac de Brizuela, Jalisco,  en el Rancho el Paraíso se buscó una manera de otorgar a sus clientes árboles naturales sin necesidad de lastimar a la naturaleza. Esta idea innovadora consiste en una renta de árboles. Así es, como lo escuchaste, el cliente elige el árbol de su gusto y cuidadosamente el pino es retirado de la tierra y trasplantado en una maceta. El árbol navideño llegará a su hogar fresco y sano.

Podrás disfrutar de su olor y de su siempre vivo color. Una vez pasada la celebración, el árbol regresa al Rancho el Paraíso donde volverá a ser plantado en sus tierras. La misma empresa entrega y recoge los árboles, para comodidad del cliente.

Una idea interesante ¿verdad? Intentemos adoptar esta idea en todo el país. Comencemos a ver desde ya por la salud de nuestro país, y qué mejor que hacerlo en estas épocas de reflexión.