Cuando se habla del muralismo mexicano el nombre de David Alfaro Siqueiros salta a la memoria, quien junto a Diego Rivera y Clemente Orozco lograron que este movimiento trascendiera y fuera reconocido y aclamado a nivel mundial, por su gran valor artístico y compromiso social.

 
Quienes conocieron a David Alfaro Siqueiros lo han descrito como alguien férreo a sus convicciones, ya que nunca despegó su quehacer artístico de su ideología política. El pasado de Siqueiros ha hecho eco en la historia; ferviente opositor del franquismo, sus ideales comunistas lo llevaron a cometer actos radicales, tales como el intento de asesinato de León Trotsky, cuando éste se exiliaba en México.La historia oficial cuenta que una noche Siqueiros y veinte hombres ingresaron a la casa de Coyoacán donde se alojaba Trotsky. No obstante, una lluvia de disparos frustró el cometido. Hecho que provocó que Siqueiros cayera en las celdas del Palacio Negro de Lecumberri, donde compartió estancia con el verdadero asesino Trotsky: Ramón Mercader.

 
Un 6 de enero de 1974 falleció David Alfaro Siqueiros, un personaje que es recordado por su pasado claroscuro y por su importante legado artístico.