La autora Kattia María Soto Kiewit (San José, Costa Rica, 1975) desea dar a conocer al público su libro de poesía Noviembre, un cielo inventado, el cual fue publicado el año pasado bajo su propio sello editorial Lengua de Bruja. La autora nos comenta que el subtítulo alude a que este libro significa para ella un cielo personal que se ha “bajado sola” como recuerdo de una persona especial, conjunto de emociones que son “estrellas” que iluminan el recuerdo de un amor distante en el tiempo.

            Este libro hace referencia a una etapa de su vida que había estado atesorando para sí misma con mucho recelo, pero que ahora expone para compartirla, primero con las personas cercanas que conocen esa historia, y luego con los lectores que quieran identificarse con ella. “Está inspirado en mi primer amor, ese amor de juventud que a veces se nos hace eterno en el recuerdo y que se extiende en el tiempo. De alguna forma busqué finiquitar esa historia conmigo misma y es allí cuando decido escribirla e ilustrarla.” Ella se ha retratado como una chica de cabello largo y cara tiste que camina enamorada y soñando que la vida es color de rosa. “Esa era yo en la adolescencia y posiblemente de alguna forma aún me miro así”.

            Kattia es una talentosa dibujante que logra trasmitir sensaciones y sentimientos desde el primer momento. Respecto a la relación entre lo que escribe y lo que dibuja, ella piensa que una cosa da origen a la otra, y en su caso ambos van de la mano. “No conozco lector que no se imagine lo que esté leyendo, y si pudiéramos hacerlo siempre en dibujos seria genial.” Ella comenta que al iniciar a dibujar un cuento nunca sabe cómo terminarán. “Sólo veo nacer a mis propios personajes y eso lo que más disfruto: ver un rostro nuevo en lo que antes era una hoja en blanco”. Las ilustraciones para este libro y sus otros dos, los cuales están dirigidos a un público infantil: “Unas alas para Emma” y “Cuentos de don Ratón” (el cual saldrá publicado en Perú bajo el sello Magia Literaria), son verdaderos trabajos artísticos.

            Noviembre, un cielo inventado es un cúmulo de emociones límite que dan cuenta de una juventud marcada por el amor desazonado. Quizás los ecos de la poesía de Alfonsina Storni y Alejandra Pizarnik le han ayudado a la autora a dar forma literaria a estas experiencias; sin embargo, su estilo es bastante propio y reconoce que no ha sido definido por algún escritor que haya leído (“Tú, huracán de mis voces, / que no se callan.”).  Respecto a sus escritoras favoritas actuales, Kattia señala a Gioconda Belli y Elvira Sastre, aclamadas poetas, en las que busca inspiración para seguir desarrollando su poética personal.

            Con este libro Kattia está interesada en atrapar sobre todo a un público adolescente, principalmente al que se reconozca enamorado, pues ella vive enamorada “de todo, de los girasoles, del cielo azul, de los claveles, de la magia, de la vida”. Piensa que esta historia, aunque triste, les puedo gustar a ellos dado que es acerca de un amor que, aunque termina como la mayoría de los amores adolescentes, de igual modo al igual que ellos trasciende en el tiempo y perdura. No obstante, el libro puede gustar también a un público más grande, pues la autora comenta que ha encantadora más de una persona que recordó su primer amor.

            Kattia comenta que la satisfacción que le hado este libro es indescriptible pues le ha dado la oportunidad de desarrollarse como una “soñadora profesional”.