Monica Alondra García Zamora
(Adaptación de un poema de Jaime Sabines)
No quiero convencer a nadie de nada. Tratar de convencer a otra persona es dificilísimo, es atentar contra su libertad de pensar o creer o de hacer lo que le dé la gana. Yo quiero sólo presionar, dar a conocer, suplicar, no perder. Que vean que puedo llegar a ganar por mis propios recursos, y que nadie me llame perdedora o suerte para la próxima. (¡Quién es “Insolente” para decir «no ganaste», si la historia de la humanidad no es más que una historia de victorias y de premios y de boletos?)
Si a alguien he de convencer algún día, ese alguien será Insolente revista. Convencerlos de que no vale la pena buscar a alguien más, ni leer otro correo, ni pensarlo dos veces. “La ganadora soy, no otro, no alguien”, de verdad, ellos no son más que perderdores y el ganador es inevitable (yo). Tan inevitable como el nacimiento.
Lo bueno es vivir del mejor modo posible. Rockeando, gritando, coreando, cantando. (¡Pero siempre se VIVE del mejor modo posible!)
Mientras yo no pueda ganar ese boleto o ir cualquier día (pero de verdad ir, aunque sea, yo sola, con mis brazos), tendrá que gustarme escuchar a mis artistas en el radio, y ser pobre, no sonriendo ni brincando.
No tengo ningún deseo que me digan que no gané y que destruyeron mis sueños.