Hombres de madera es un hermoso guion literario-cinematográfico de argumento original del maestro Oswaldo Torres Pérez, escrito en 2016. Es en general la historia de una familia residente en las montañas, compuesta por padre, madre, dos hijos (José Luis y Jorge) y una hija. La desgracia se cierne sobre en el nacimiento de los dos hijos varones, que nacen con distrofia muscular, y uno de ellos (José Luis) nace con espina bífida, afección que afecta la columna vertebral y que aparece en los recién nacidos en forma de una bolita en la espalda. Los hermanos pasan por grandes aventuras y anécdotas, siempre juntos, dispuestos a dar la lucha sin rendirse jamás. La historia se remonta tiempo atrás, a 1969, a Ciudad Madera, Chihuahua, un lugar de hermosos paisajes nevados, cabañas, temperatura anual promedio de 10.6° y espectaculares paisajes de pinos. Es importante señalar que esta historia está inspirada en la propia vida familiar del autor, quien tuvo cuatro hermanos que enfrentaron la distrofia muscular. La inspiración del autor parte de darnos una historia llena de enseñanzas acerca del valor de la vida y la importancia del amor.
A los 22 días de nacido José Luis un médico le da el diagnóstico adverso de que los músculos de sus piernas no se desarrollaron bien y tendrá problemas para caminar. Deciden apodarlo “Patito”, debido a que por su enfermedad caminaba como uno de estos animalitos; sin embargo, la familia se esfuerza por estimular en el niño un desarrollo normal y sano. Destacan en todo momento el valor de los lazos familiares, el cariño entre padres e hijos y el apoyo incondicional de los amigos frente a las adversidades de la vida.
Los paisajes de ensueño de la obra despiertan la imaginación y los sentimientos, pues el lugar apartado los hacer ser “más libres de pensamiento y alma”. Es notoria la habilidad del autor para demarcar las secuencias de manera emocional, a la vez que la trama da saltos en el tiempo que se integran con total naturalidad. Los “fierros” y aparatos ortopédicos de José Luis no impiden que intente encontrar el amor con una chica que se muda a su comunidad. Su sueño es ser un gran beisbolista y bailar con la chica que ama. Sin embargo, el destino lo hace perderla por no tener valor para declararle su amor.
Otra parte de la historia ocurre en ciudades cercanas a Ciudad Madera, así como en la Ciudad de México a donde van a operar a José Luis. Sin embargo, las cosas no son tan fáciles como parece. Cuando éste se opera a su hermano Jorge le diagnostican la distrofia muscular, lo que hará que los músculos de sus extremidades inferiores vayan muriendo, primero a partir de los pies y luego hacia arriba, debiendo usar muletas, luego silla de ruedas y posteriormente quedar postrado en cama, donde su estado será vegetativo. A los días, le diagnostican la misma enfermedad a José Luis que ya había salido bien de sus rehabilitaciones, poco antes de cumplir 18 años. La enfermedad de José Luis progresa y suceden escenas de gran dramatismo que conmueven al lector, pues él se niega a aceptar su realidad. El lector siente piedad, empatía y lástima por él, en el mejor sentido del término, por tales situaciones.
Los hermanos, en compañía de una nueva amiga que también usa silla de ruedas, encuentran refugio y entusiasmo en la práctica de los deportes como el básquetbol en un club llamado “vehículos valerosos” y en las carreras de sillas de ruedas. No obstante, la enfermedad de los hermanos sigue avanzando… y se manifiesta en sus manos y brazos. La decadencia es inevitable.
Entre el inicio y el fin de la historia suceden muchas grandes y logradas escenas de unidad familiar donde se ponen de realce los buenos sentimientos y los valores que unen a la sociedad. El lector no puede dejar de dejarse invadir por un enorme sentimiento de pena ante el final de la historia, que sin embargo los hermanos comparten como dos auténticos guerreros, apoyándose mutuamente y dando una enorme lección a la humanidad, invitándola a amar la vida a pesar de la enfermedad. Sin duda, el espectador tendrá un momento de gran disfrute y reflexión al contemplar la obra.
Cabe señalar que este proyecto fue apoyado en 2018 por la Secretaría de Cultura de Chihuahua, la que a través de su Subsecretaría de Cultura Zona Norte y la Comisión Fílmica de Chihuahua, se comprometió con el “apoyo en cuestiones de seguridad, permisos, avisos, localizaciones y necesidades logísticas durante una filmación de cinco semanas”, bajo la dirección de Jairo Sifuentes, en Ciudad Madero y otros municipios del mismo estado, según un oficio girado el 12 de diciembre y suscrito por el Lic. Luis Alberto Chaparro, director de Cinematografía y Comisión Fílmica de la señalada subsecretaría. Incluso se habló en el mismo oficio de destinar un presupuesto en especie o en efectivo de hasta medio millón de pesos, y se hicieron las cotizaciones necesarias. Sin embargo, desgraciadamente, con el advenimiento de los cambios de gobierno y luego la pandemia de covid-19, el apoyo no se concretó y el proyecto fílmico quedó paralizado.
Por tal razón, el autor, el escritor Oswaldo Torres Pérez, hace un llamado a las autoridades culturales de su estado y a las nacionales para conseguir la final concreción de este apoyo. También solicita amablemente a la iniciativa privada, como a gerentes de grandes empresas y corporaciones, a aportar recursos o ayudarlo con las gestiones. Se invita también a la industria cinematográfica nacional a interesarse en este proyecto original y contactarse con el maestro Torres Pérez para discutir la realización del proyecto cuyos objetivos principales son el acercamiento a las comunidades municipales de la Sierra de Chihuahua de una obra que promueva su identidad, su belleza y sus altos valores morales. Esperemos que pronto se logre reunir este apoyo y el proyecto vea finalmente la luz para beneficio cultural del país.

El autor, en 2020