La noche del jueves 12 de marzo las calles comenzaban a quedar vacías en España, un día después de que en Madrid cerraran las escuelas a causa de un alto número de contagios por coronavirus. Soy mexicana y desde el 2017 vivo en Alicante, una zona de la Comunidad Valenciana pegada al mar y que sobresale por ser super turística.
Desde que llegué siempre he estado en contacto con mi familia. Ese jueves hablé con mi madre al salir de clase, le decía que la situación en Alicante no era como la de Madrid –en cuanto a número de contagios y cierre de comercios–, que todo estaba tranquilo. Sin embargo, todo cambió en horas.
Al día siguiente, el viernes 13, los supermercados comenzaban a quedar vacíos, incluso entre nosotros nos alertábamos para ir a hacer ya la compra a causa de la falta de alimento que estaba habiendo.
Por la tarde se anunciaba la suspensión de actividad docente presencial en las universidades y el Gobierno dio la orden de cierre de establecimientos y comercios que no fueran de primera necesidad.
Yo vivo en una zona muy transitada de Alicante, donde hay bares, cafeterías y pubs, pero esa noche no había nadie, salvo policías que se aseguraban de que la norma se cumpliese. Ahora recuerdo que el viernes por la mañana una patrulla llegó a acordonar la zona de juegos infantiles frente a mi casa.
Cronología
El sábado 14 la policía empezaba a cerrar parques y zonas de juego para niños, también las carreteras comenzaban a quedar vacías y es que sin aún ser oficial, ya sonaba un “Estado de Alarma”, que fue decretado esa misma tarde.
El presidente de España, Pedro Sánchez –del Partido Socialista Obrero Español, PSOE–, señalaba, entre varias otras cosas, que el país se ponía en confinamiento por 15 días con la posibilidad de ampliarse. Entre los puntos que sobresalían era que la circulación de autos sólo podía hacerse por motivos puntuales –se empezaron a dar permisos para justificar trayectos–, suspensión de actividad educativa presencial, suspensión de actividades al aire libre, cierre de comercios que no sean de primera necesidad –quedan abiertas cafeterías que hagan reparto a domicilio–, reducción de horarios en el servicio de transporte en tren, así como la puesta de hospitales y entidades sanitarias a disposición del Gobierno.
También se mencionaron medidas en caso de que la cantidad de contagios subiera, como la posibilidad de hacer uso de la Unidad Militar de Emergencias (UME), así como el cierre de fronteras y carreteras. Pese a esto, varias veces se mencionó que no habría falta de alimento ni de medicamentos.
El domingo 15 los militares de la UME comenzaron a dirigirse a ciudades con mayor cantidad de casos para apoyar en diferentes actividades en relación con el sitio. Por ejemplo, en Madrid han ayudado a la desinfección del aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas.
El sábado 21 el presidente habló desde el Palacio de la Moncloa para reiterar el estado de alarma y actualizar datos del coronavirus. El domingo 22 lo volvió a hacer pidiendo que se respete el confinamiento, agradecer a los que apoyan en estos días y pedir fortaleza a la ciudadanía, ya que se “avecinaban días largos y duros”, en especial esta semana que va del 23 al 29 de marzo, pues se espera llegar al pico de contagios.
Ese mismo día se solicitó una ampliación del estado de alarma hasta el 11 de abril, ahora está aprobada.
El domingo 22 se anunció el cierre de fronteras por 30 días excepto para los españoles residentes fuera de España que quieran regresar, los extranjeros que quieran volver a su país, así como profesionales sanitarios, transportistas, personal diplomático y militares, disponen de libre circulación.
Apoyo y unión
Ante el aumento de casos de contagio y la situación hospitalaria en España, los jubilados en carreras afines a medicina han empezado a apoyar por decisión propia, graduados y estudiantes también se han incorporado a centros sanitarios para ayudar a profesionales y las universidades han extendido a sus estudiantes formularios para que sean voluntarios ante la situación de emergencia.
En cuanto a grandes empresas, marcas como Orange, Ikea y Vodafone han hecho anuncios alentando a que la gente se quede en casa. Supermercados han optado por formar a la gente afuera del establecimiento y dejar entrar de forma ordenada y por grupos. Todas las noches se escuchan los aplausos en agradecimiento al personal sanitario.
¿Cómo se llegó a esta cantidad de contagios?
En la actualidad hay alrededor de 47 mil casos y más de de 3 mil muertos a causa del coronavirus. Aunque no sé cómo se dio esta propagación, el primer caso en España fue en zona no peninsular –en las Islas Canarias– el 31 de enero, y el primer caso en zona peninsular –Cataluña– el 26 de febrero.
Es cierto que nunca se imaginó que a menos de un mes del caso en Cataluña, el país estaría en cuarentena, en donde las zonas más afectadas son las que mayor flujo de gente tienen: Madrid y Barcelona.
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