En un parpadeo (Papalotzi, 2021), novela polifónica del tapatío Juan Marcos Chávez Cajiga, aglutina las historias de aparecidos, que en su mayoría son reales y de la familia, incluyendo algunas del propio autor, el resto tomadas de otras fuentes. Para ello Juan Marcos entrevistó a sus familiares en busca de más experiencias para enriquecer la novela, “tuve para escoger”, nos comentó el escritor en la entrevista.

            En un parpadeo no es la típica narración que cuenta las leyendas de ánimas, para escribirla el tapatío se documentó durante seis años en ensayos, cuentos, novelas, leyendas, poesía, documentales, cortometrajes, películas, series; en fin, todo lo que llegaba a sus manos relacionado con el tema.

También hizo investigación de campo en panteones de diversos pueblos del país para empaparse de cómo son los ritos y festividades con los que los deudos despiden y dialogan con sus muertos.

Sumado a lo anterior, el escritor estudió la historia del pensamiento humano con relación a sus creencias en el más allá, apareciendo en, En un parpadeo, como pinceladas que enriquecen el texto, lo que creían los Babilonios, griegos, romanos, egipcios, hasta el mundo cristiano, y cuando el protagonista entra a Sayula, pueblo donde se desarrolla la novela, les toca el turno a las creencias de los pueblos precolombinos.

No contento con todo lo anterior, Juan Marcos entrevistó a sacerdotes para que le aclararan dudas sobre, el espíritu, el alma, el cuerpo y la muerte.

El lector se dará cuenta que En un parpadeo reúne sus historias de ánimas en un todo orgánico, a la vez que cada capítulo podría funcionar de manera independiente.

El libro cuenta con una portada texturizada del artista plástico jalisciense, Ricardo Alemán, que hace juego con el contenido del libro. La obra, dispuesta en las dos páginas de las tapas y solapas, se llama Páramo y está inspirada en la obra Juan Rulfo, uno de los autores más admirados de Juan Marcos, quien de hecho es coleccionista de todo lo que se encuentre relacionado con la obra de este ilustre jalisciense.

En su página oficial “En un parpadeo”, en Facebook, se lee como sinopsis: “el protagonista, consternado por la muerte de su padre, va a Sayula, su pueblo natal, en busca de respuestas en las experiencias con espíritus que han tenido él y su familia, Y es que Sayula es el lugar principal donde se desarrollan la trama, lugar de donde proviene la familia del autor, aunque él es nacido en Guadalajara.

Sayula es un pueblo con una larga tradición de ánimas cuyas historias de hecho articulan un importante atractivo cultural y turístico del lugar. Recordemos el poema humorístico “El ánima de Sayula” de Teófilo, escrito a finales del siglo XIX, que fue muy popular el siglo pasado. En un parpadeo, recupera también las costumbres de día a día de aquél Sayula de mediados del siglo pasado; las tradiciones culinarias, la música, olores y aromas, etc.

El libro ha sido presentado ya en diversas ocasiones, la última de ellas fue en la pasada Feria del Libro Usado y Antiguo en Guadalajara, en los que los editores Dante Alejandro Velázquez y Berónica Palacios hablaron sobre las bondades y características generales del libro. Berónica Palacios señaló a la novela como “extraordinaria” y refirió que lleva el sello del amor de un proceso de producción arduo y satisfactorio, en la que el autor literalmente tuvo que luchar con sus propios fantasmas. Ella agradeció la confianza depositada en su editorial y aseguró que la obra tendrá relevancia en la literatura jalisciense.

            Por su parte Dante Alejandro Velázquez señaló que el abordaje del tema de la muerte, si bien se remonta al siglo pasado se actualiza con la obra de Juan Marcos Chávez. Y que tras varias lecturas es difícil clasificarla, ya que posee elementos de corte fantástico tanto costumbrista, incluso unos toques de lo que él llamó terror, pues, aunque ninguno de los aparecidos de la historia es maligno, la lectura puede despertar esta emoción en el lector. De hecho algunos de lectores han señalado su inquietud al leerlo por las noches. “Será cada lector quién interprete la obra”, aseguro Velázquez. Destacó que los sucesos van sumando el hilo conductor llevado en primera persona, pero de una manera coral, en la que cada involucrado convalida que no vivimos solos en este mundo.

            Son 280 páginas en las que la vida ordinaria es asaltada por los que ya fallecieron, en lugares no sólo tradicionales del género, como los cementerios, las iglesias o las viejas casonas, sino en la carretera, las cantinas, las tiendas, difuminando las fronteras entre la realidad y lo sobrenatural, la vida y la muerte. En la obra, cada interpelado por los muertos parece aceptar la presencia sobrenatural de forma normal. “El libro abrirá en cada lector nuevas ventanas sobre la presencia insoslayable de la muerte”, concluyó Dante Alejandro en su intervención.

            El autor por su parte aseguró que debió aislarse por seis años, tiempo de estudio y escritura, trabajando incuso en horarios extraordinarios en su oficina y leyendo en las iglesias para no ser molestado.

Todo este proyecto había iniciado como un cuento en el que al protagonista se le aparece La Muerte, pero luego de tener diversas ideas en mente, referentes a las apariciones de muertos y las profecías, diseñó un plan general para aglutinar todo en, En un parpadeo, dándole toques reflexivos y filosóficos. El escritor Eugenio Partida, Letras Clásicas de Jalisco, lo guio sabiamente en el proceso creativo y escribió el prólogo del libro.

Los lectores le han mandado al escritor fotografías de los escenarios de Sayula donde suceden los hechos de la novela, lo que le resulta estimulante. También indicó que espera que la novela haga reflexionar a los lectores sobre la vida y el lugar que ocupamos en ella frente a la muerte o quizá sea al revés, reflexionar sobre la muerte y el lugar que ocupa frente a la vida.

Sumado a lo anterior Juan Marcos nos indicó que existen algunas narraciones de tesoros escondidos y las leyendas que hay de tras de ellos, pues sus tíos y su padre se dedicaron a la búsqueda de estos en otros años.

En un parpadeo es un libro ameno, que si inicias a leerlo no paras de hacerlo, pues incluso tiene unas pinceladas de humor.

            Para ilustrar el contenido del libro, el autor leyó dos fragmentos, el primero de los cuales trascribimos a continuación, y que versa sobre la primera experiencia del autor con apariciones, en su infancia.

“El primer encuentro con espíritus del que tengo memoria, es en mi niñez… Hubo un tiempo en el que, por las noches, cuando tenía sed o necesitaba ir al baño, llamaba a mi madre: mamááá, mamááá,… Antes de que mi madre asomara, salían de su alcoba unos frailes vestidos de una túnica marrón, las cuales llevaban ceñidas a sus cuerpos por un grueso y dorado cíngulo, que remataba por su lado izquierdo en un crucifijo dorado. Sus manos y antebrazos se introducían a la amplia manga contraria; el capuchón hacía sombra a sus rostros, por lo que no se les observaba. Se desplazaban levitando. Salían de la habitación principal si abrir la puerta, e inmediatamente giraban a su derecha reapareciendo por una puerta invisible que se encontraba en el muro uno, dos, tres, quizás hasta cuatro peregrinaban antes de que saliera mi madre, yo continuaba mi inocente llamado pensando que la siguiente sería ella. Cuando por fin abría la puerta, los entes dejaban de desfilar…”

            El libro se llama En un parpadeo porque es un recordatorio de que en un parpadeo pueden aparecer y desaparecer los fantasmas, además de que finalmente la vida se resume a eso: en un parpadeo llega por igual la muerte. En esta presentación, hubo incluso un espectador que, además de felicitar al autor por apalabrar estos temas, reconoció que estas experiencias sí existen, pues él mismo ha experimentado muchas a lo largo de su vida.

Anteriormente, el libro había sido presentado en la Casa del Arte de Zapotlán, Jalisco, como evento de clausura del Coloquio Karl Marx, en el que el profesor Cayetano Chávez Villalvazo y Mauricio Munguía hicieron elogiosos comentarios. Poco antes de esta presentación, el libro fue exhibido en una trasmisión para el videoblog de “Alasletras”, entrevistado por Pedro Mariscal y su equipo en la librería Retro, en Ciudad Guzmán.

El libro también fue presentado en el pasado Festival, Fóbica Fest. Y apareció una nota periodística sobre el libro y su autor en el periódico La crónica. Todo esto es muestra del empeño que el autor ha puesto en llevar el libro a sus lectores y la profesionalización que ha adquirido como escritor.

            El autor estudió un diplomado en Letras en SOGEM. Aunque su formación profesional es en Comercio Internacional, desde hace unos 25 inició su afición por las letras, leyendo y escribiendo. Su primer libro se llama Vórtice vértice, es de poesía, y fue publicado por Jorge Orendáin en la editorial La Zonámubula. También ha publicado cuentos en algunas antologías, colaborado en el periódico Mural y dado a conocer poemas en sitios electrónicos. Es gran lector de Arreola, Rulfo, Revueltas, Dostoievski y Whitman. Tiene actualmente dos poemarios, uno dedicado a su madre, los cuales piensa publicar pronto. De momento, el próximo año se seguirá dedicando a la promoción de su novela.

            El libro puede adquirirse en Pilsen Community Books, Librería Espanta pájaros, Librería Retro, Hotel Mesón del Ánima, establecimientos de Cajetas Lugo Etiqueta Naranja, Sayula My Ciudad; estos últimos en Sayula, Jalisco; en Mercado Libre, Segunda Mano, en la página oficial de la novela, en la cuenta de Facebook del autor y pronto estará en diversas librerías de Guadalajara. Además, se publicará en Amazon, en una edición aumentada con un capítulo más.

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