Dustin Calderón (Trujillo, Perú), difícil catalogarlo con una única actividad en el mundo musical, su versatilidad lo ha llevado a ser cantautor, productor y hacer equipo con la guitarra y el piano; desde su natal Trujillo hasta Madrid, en España. Si bien, el camino no ha sido fácil: “tuve que darme contra la pared y sentirme muy triste el día que entendí que eso no iba a poder ser”, afirma.
Composición y producción musical son sus preferidos, aunque le apasiona el mundo del teatro musical, éste es por el que le brillan los ojos como niño, “seguro me paso el resto de mis días componiendo para escena y contando historias maravillosas”.
Aunque en la actualidad puede decir que vive de sus composiciones y del dueto que hace con el piano, no siempre fue así. Llegó a España en el 2015 con un diplomado de Teatro Musical en la escuela Coral Antón, en Madrid.
Los retos a su llegada
Como muchos otros que vienen de fuera, notó diferencias en el “lenguaje en equipo”, es decir, ciertos códigos musicales para entenderse en el escenario, a los que, conforme practicaba, tuvo que ir adoptando.
Recuerda que cuando llegó de Perú, otro de los retos en el camino fue hacer que lo conocieran, demostrar que sabe hacer las cosas y si no, aprender a hacerlas; si bien, llegar a un sitio nuevo puede ser como empezar de cero.
El camino hasta ahora no ha sido fácil, “tuve que darme contra la pared y sentirme muy triste” y es que menciona haber crecido con metas musicales muy claras que, finalmente, no pudieron ser, ya que ahora “la música funciona de diferente manera y sino estamos preparados, no podremos vivir de esto”. La competencia es inevitable.
Otro reto a superar que notó conforme iba trabajando en Madrid, fue el contraste musical que hay entre ambos países “la sonoridad española es muy característica, podemos reconocer muy fácilmente una rumba flamenca pero el concepto de ‘folclor’ es el mismo. Al igual existen vertientes de la música española en donde es muy fácil de encontrar un símil con la música peruana, pero con sonoridad distinta”.
Accesibilidad, una gran diferencia
Si bien, ambos países tienen muchas diferencias que los hacen únicos e identificables, y otros que no se notan hasta que se está sumergido en el campo, uno de ellos son las posibilidades económicas y el acceso a material de aprendizaje “para poder producir en Perú, necesitas mucho dinero para conseguir material, las opciones son limitadas”.
Aquí en Madrid encuentras de todo, de muchos niveles y de una manera muy accesible”, como menciona “lamentablemente la producción musical es una profesión de mucha inversión porque tu trabajo se basa en equipamiento electrónico”. Prueba y error son también los que van perfeccionando la forma en la que te desenvuelves frente al público.
Practica y más practica
Justo ensayar es otra de las claves que pueden reducir la cantidad de errores, ir adquiriendo confianza y hacer el camino transitable, ensayar hace visibles posibles fallos.
Ensayar, como en cualquier otra profesión te va dando confianza y es que “siempre hay que mejorar para que las oportunidades no lleguen cuando estés desprevenido”, el sentido de competencia y aprendizaje no termina cuando pisas el primer escenario, hay que considerar que “si no lo haces tú, hay cien más que lo hacen igual de bien o mejor y en la misma situación”.
Como artista, Dustin menciona que los buenos consejos siempre se agradecen, tener errores es inevitable y vencerlo es parte de la experiencia. En el escenario puede estar la presión de tener que hacerlo perfecto, sin embargo, ha tenido momentos de mucho nervio en los que se ha equivocado o dejado de tocar algunos segundos.
“Si un día no sale bien no pasa nada, todos crecen y van mejorando pero ahora mismo tú eres tú y eres lo que eres, te seguirás preparando para futuras ocasiones”. Es cierto que “hasta los mejores tuvieron malos shows, todos aprendemos y tenemos nuestro proceso”.
En la actualidad Dustin trabaja como repertorista, arreglista y director musical de diversos shows en Madrid y es fundador de la casa discográfica DCP Music Records, es productor musical para Deville Music, dirigido por el productor y guitarrista de La Quinta Estación, Pablo Dominguez.