Este libro doble de la costarricense Kattia María Soto Kiewit, bellamente ilustrado por su propia autora con un lenguaje pictórico accesible a los niños, contiene dos cuentos y una colección de poemas: “Don Ratón llega a la granja”, “El rescate” y “Destellos del jardín”, respectivamente: un total de 50 páginas que el niño pequeño sabrá disfrutar. Fue editado en Trujillo, Perú por la editorial Magia Literaria, este año.

                                     La autora

En “Don Ratón llega a la granja” se introduce al protagonista de ambos cuentos: un ratón calvo, que se caracteriza por su sombrero, y que vive en una vieja bota, en el campo, a donde llegó de la ciudad. Pasa sus primeros tiempos allí solo y sin amigos, pues cree que es diferente a los demás. Es tímido y nervioso. Pero un día, rumbo al mercado, se encuentra con la ratoncita Lili, quien se vuelve su amiga y compañera, y quien le organiza una fiesta para presentarlo a los demás animales del bosque. Don Ramón aprovecha la oportunidad para mostrar sus dotes culinarias en compañía de Lili. Los animales se reúnen en la bienvenida y pasan un momento agradable. Es un cuento sobre la fraternidad, la laboriosidad; y la importancia de la amistad y el amor como superación de la soledad y el aislamiento.

En “El rescate”, ya que “en la granja siempre ocurren nuevas aventuras” se narra la historia de la salvación de un personaje llamado Iguanita que ha caído a la corriente del río crecido durante una lluvia torrencial. La casa de Lili se inunda y va a pasar la noche con don Ratón. Luego descubren que un compañero habitante de la granja está en peligro, por lo que planean el rescate en complicidad con unas amigas ardillas. Luego de algunas peripecias, finalmente logran hacerlo. Es un tierno cuento sobre la cooperación y la ayuda mutua, que presenta, al igual que el anterior, una visión humanizada positiva, armónica y saludable de las convivencias sociales y la importancia de algunos valores que es bueno cultivar en la infancia.

“Destellos del jardín” del jardín, reúne por su parte, quince poemas también en torno a la naturaleza y la vida animal. El primero, “El jardín”, nos lleva a ese espacio donde son posibles emociones y sentimientos diversos, entre lo lúdico, lo educativo y lo literario. “Mi perrito” es acerca de personaje juguetón de color café. “La rana” juega con la rima para presentar una imagen inocente y pura de este animal. “La araña tejedora” nos canta a un personaje muy productivo a la vez que enigmático. “Mi gatito” es una estampa doméstica y afectiva. “El pequeño caracol” funciona como una metáfora de la perseverancia. “Las abejas” es sobre el trabajo feliz, “Mariposa azul” elabora la ligereza y la gracia. En “El viento” se recrea una escena melancólica. “Los árboles” trae a colación el tema de la diversidad. “Pamela y la ranita” es una pequeña historia sobre la amistad entre una niña y un animal asustadizo. “A dormir” recrea el ritual de cantar ovejas para invocar al sueño nocturno. “Cinco patitos” es una linda visión de la maternidad. “Las gotas de lluvia” plasma la felicidad de las gotas que caen del cielo. En su conjunto, estos poemas nos trasportan a todas las estaciones del año, cada una plena a su modo, en un torno juguetón.

Finalmente, el libro cierra con ilustración dedicada “para ti” que representa la dichosa convivencia entre niños de ambos géneros y su entorno natural.

Su autora reside en este país desde 2002. Cuentos de su autoría como “La princesa de hielo” y “Taly necesita su caparazón” han participado de proyectos solidarios en la  ciudad de La Plata, Argentina, durante cuatro años. Con anterioridad había publicado los libros Unas alas para Emma (cuento infantil) y Noviembre, un cielo inventado (poemario juvenil), bajo su propio sello editorial llamado Lengua de Bruja. Ha publicado en diversas revistas de México, Costa Rica y Colombia; asimismo ha expuesto obra pictórica en galerías mexicanas. Actualmente se encuentra haciendo una estancia en su país natal, donde continúa estudiando pintura.

“Pinto y escribo mis sueños. Y ya, en este mundo, los dejo ser”, expresa la artista en la contraportada del libro doble reseñado.