La cocina mexicana es reconocida por su gran variedad de platillos y sus técnicas culinarias para realzar los sabores. Es por esto que en el 2010 la cocina mexicana fue declarada Patrimonio Intangible de la Humanidad por la UNESCO.

Kantar Worldpanel, agencia que investiga el comportamiento del consumidor, analizó a los hogares compradores de mole, salsas tipo caseras envasadas y los chiles enlatados, con el fin de dar a conocer los hábitos alrededor de estos alimentos representativos de nuestro país.

Chiles enlatados, fuego al paladar 

Una presentación que se consume mucho en México son los chiles enlatados, pues por su versatilidad de usos y su practicidad para poder comerlos hacen que el 95% de los hogares mexicanos los compren, llevando en promedio en un año 3 kilos y medio de chiles a sus casas. Alrededor 12 veces al año se adquieren, siendo los fines de semana los principales días de compra.

Sin embargo, esta picosita conserva ha aumentado su precio en el último año pues las familias gastaron 10% más al adquirirlos; es decir que su desembolso pasó de $125 en 2016 a $145 en 2017.

En promedio un hogar compra 2 tipos de chiles, en el que las combinaciones pueden variar, pero analizando a los más elegidos estos son el Top 3: Los jalapeños, chipotles y serranos.

No obstante, aunque los chiles enlatados son comprados por prácticamente todos los hogares en México, existe un grupo de familias que son intensos en la compra de chiles.

Se trata del 19% de familias mexicanas y representan el 48% de todo lo que se compra de este producto. Ellos visitan el doble de veces un punto de venta para llevarlos a su hogar, y no solo eso, también llevan tamaños de mayor cantidad en comparación con un hogar promedio. El tipo de chile que principalmente compran es el jalapeño, seguido del chipotle.

Estos hogares se caracterizan por ser de niveles socioeconómicos altos, en donde las amas de casa tienen una edad entre 35 y 49 años, además, son familias numerosas (más de 5 habitantes) en donde entre más grandes son los hijos más intensos son de la categoría.

Un dato curioso en contraste con las familias intensas de la compra de chiles es que, quienes compran menos llevan de los que menos pican, pues destacan en la compra de chiles chipotles.

El mole, platillo festivo para todas las ocasiones

En la cocina mexicana actual el mole se puede encontrar en forma de pasta o polvo, lo que facilita disfrutar de un rico platillo en casa. Durante el 2016, el 59% de los hogares adquirió mole en esta presentación, de forma que lo compraron 3.7 veces y un total anual de 1.12 kg de mole.

Las familias de niveles altos son quienes más gastan en mole, seguido por los hogares donde los hijos ya son mayores de edad.

Sin embargo, existe un 20% de familias que son mucho más fans, ellos se llevan a sus casas la mitad del mole que se compra en México. Al año gastan $223, lo compran 8 veces y prácticamente adquieren 3 kilos de pasta o polvo de mole para preparar este representativo platillo.

La salsa, el alma de las comidas

Esa parte picosita que enaltece el sabor los platillos no puede faltar en cada comida, es por ello que la salsa también tiene su lugar en la mesa de los mexicanos. En un año el 39.4% de los hogares compraron salsas tipo casera envasadas, llevando 1.45 kilos de esta rica sustancia o visto de otro modo 6.5 botellas. Los hogares las adquieren 5 veces anualmente y gastan en ellas $13 en cada compra.

Existe una amplia variedad de salsas que se pueden agrupar en 22 sabores, pero solo 5 sobresalen en el gusto de los mexicanos: la casera, verde, mexicana, chipotle y taquera. Sin duda cada quien tiene su favorita, pero por hogar en promedio solo adquieren dos sabores al año.

Se compran principalmente en autoservicios, seguido de la tiendita de la esquina. 4 de cada 10 litros se adquieren entre sábados y domingos.

Los hogares compradores de las salsas tipo caseras son de niveles socioeconómicos altos. En contraste, las familias numerosas son quienes menos las compran.

El 20% de los hogares mexicanos adquieren el 63% de salsas envasadas. En total llevan 3.6 litros de este picante en el año, más del doble que una familia promedio. Este grupo gasta $142.68 en salsas al año y los sabores que más compran son a la mexicana, verde y caseras.