En la calle de Orizaba, justo en el colonia Roma, hay una casa imponente que destaca por su diseño ecléctico y su peculiar belleza. Algunos vecinos todavía la ven como una escuela, pues durante más de 18 años el lugar fungió como la Universidad de Londres.
Hoy día, Casa Quimera es un lugar emblema; desde el 1 de diciembre de 2015 es un espacio pet friendly y multidisciplinario que recibe a los treintañeros, principalmente. Ahí, es posible encontrar comida mexicana, internacional y vegana, pero también es un sitio entretenido, ideal para pasar el rato y aprender cosas nuevas.
Jaqueline Flores es el nombre de la directora de Casa Quimera. De acuerdo con ella, el concepto nació gracias a la visión de seis socios. Ellos decidieron que Casa Quimera era el mejor nombre para este recinto, pues en la mitología griega Quimera es un monstruo que tenía tres cabezas, y la idea era dar vida a un lugar donde la gente encontrara una oferta variada.
Así, Casa Quimera no sólo es un mercado de comida, chocolates y bebidas artesanales o extranjeras. En su interior se esconde un foro para 55 personas, una galería de arte, un restaurante español. Además de obras de teatro, cada viernes y sábado hay un stand up, al igual que saxofón en vivo.
Los talleres y bazares también son usuales en este espacio. Este 28 y 29 de enero se realiza uno de ellos, mientras que el 4 y 5 de marzo se llevará a cabo la venta llamada Capricho.
Otra de las cabezas de este “monstruo”, son los eventos corporativos o privados. Marcas como Palacio de Hierro, Carolina Herrera, Revlon, Coca-Cola, Heineken, Hershey’s y Campari han celebrado sus lanzamientos en este recinto. Una de las últimas fue Netflix. Para anunciar la primera temporada de Stranger Things, al servicio de streaming por Internet le dio por adaptar la casa a la serie.
A parte de la diversidad de comida y eventos, Casa Quimera destaca por sus zonas comunes para convivir, sin importar la propuesta gastronómica o cultural que prefieras. Puedes comer con alrededor de 120 pesos y pasar un rato agradable sin gastar de más.
Actualmente, uno de los desafíos a los que se enfrenta este sitio son los vecinos, pues mientras unos creen que es una universidad otros piensan que es un bar, cuando en realidad, la casa se nutre de toda su oferta para ser una insignia local.
