El universo es remolino de destrucciones sin fin.
Cada cosa permanece inerme ante el terror.

Hay una lógica de daño.
Un vacío que se expande y puede devorar
toda estrella falaz
en cualquier momento.

La luz es manifestación de muerte.

Muchas veces todo lo creado se repliega
como un niño amenazado,
antes de que lo trituren. De esa oscuridad
renacen más formas monstruosas
para perpetuar la guerra entre los seres.

El universo es el hogar violentado
por el padre de todas las miserias.