La justicia es un faro de equidad que brilla en la oscuridad de la desigualdad. Es el principio universal que nos impulsa a buscar un orden en el caos, es una balanza imparcial que busca restablecer el equilibrio, sobre todo, en las relaciones humanas.
Sin embargo, la justicia no es un concepto inmutable ni rígido, de hecho, tiende a evolucionar y adaptarse a medida que la sociedad cambia y se transforma. Es por esa misma razón que la justicia presenta distintos matices, ya que depende mucho del ángulo desde donde se observe.
La diosa Athena, en la mitología griega, personifica precisamente a la sabiduría y a la justicia. Para ella la justicia opera como un equilibrio divino basado en la imparcialidad y la equidad.
Ella considera que la sabiduría es esencial para comprender la complejidad de las situaciones y discernir la mejor manera de aplicar la justicia en cada caso particular. Además, alienta a los seres humanos a buscar conocimiento, a reflexionar sobre las consecuencias de sus acciones y a tomar decisiones adecuadas que estén emparejadas con los principios de la justicia.
En el anime de Saint Seiya, el opuesto a esta creencia, el caballero de oro Saga, defendía la ideología de que el poder era igual a justicia. Esta idea plantea que aquellos que ostentan el poder tienen la autoridad para decidir lo que es justo y lo que no lo es, responsabilizándolos de traer orden y paz basándose en su poder político, su fuerza y su influencia.
Aún así, el poder por sí mismo no garantiza la justicia que conocemos. El poder puede estar en manos de aquellos que buscan su propio interés o que perpetúan sistemas de opresión y desigualdad. También puede ser susceptible a la corrupción y a la influencia de intereses particulares.
Si el poder se equipara a la justicia, existe el riesgo de que se utilice para perpetuar privilegios injustos o incluso para silenciar a aquellos que no tienen acceso a él.
La justicia, en cambio, se fundamenta en principios de equidad e imparcialidad, por lo tanto, no puede ser reducida a meras decisiones impuestas por aquellos con poder, sino que debe considerar el bienestar de todas las personas involucradas por igual, especialmente de los más vulnerables, y buscar corregir las desigualdades y los abusos de poder.
Llegar a este punto de igualdad no es tarea fácil, ya que, como lo mencione anteriormente, la justicia suele tener formas y colores distintos, orillando al descontento de la comunidad por la diferencia de ideas entre sus individuos, por no aplicar, según ellos, correctamente el uso de la justicia.
Entonces, ¿quién crees que sería más apto para gobernar la tierra, Athena o Saga?
Para Athena, ser el prospecto que inspire a los humanos a buscar sabiduría y conocimiento es la base que traerá como consecuencia paz, justicia y armonía para todas las personas, aquellos que emulen los valores que ella proyecta serán los más capaces y aptos para guiar a las sociedades.
De hecho, esta ideología es muy similar a la política que predicaba el filósofo griego Platón, el describe que en una sociedad perfecta se reconoce la diversidad de habilidades y funciones, y se valora la contribución única de cada individuo.
En otras palabras, cada uno puede desempeñar un rol de forma virtuosa para el beneficio común. Por ejemplo, los gobernantes deben liderar a la población con sabiduría, los guardianes deben garantizan la seguridad y los trabajadores velan por los aspectos materiales. El uso adecuado de las aptitudes de cada uno en sus respectivas áreas, asegura una armonía que desemboca en el éxito de la sociedad ideal.
En contraparte, Saga considera que sólo el mas fuerte, con mayor determinación e influencia es el apto para gobernar y guiar a otros. Esta ideología somete a los más débiles y sumisos bajo un solo mandato, transformando la forma de gobernar en una tiranía.
Saga al ser alguien imponente también tiene la capacidad de proyectar cierto tipo de protección en aquellos que están bajo su mandato, y como líder nato, tomar decisiones con base en su lógica, en lugar de Athena que suele sacrificarse por el bien de la humanidad, teniendo que ser defendida y rescatada.
Una de sus motivaciones más solidas para haberse apoderado del poder del santuario, fue para proteger a la humanidad de la invasión de los dioses que anhelan controlar al mundo, tales como Poseidón o Hades, que sólo miran a los mortales como seres inferiores e impuros.
A fin de cuentas, la interpretación de ciertos principios como la justicia o el liderazgo puede diferir en gran medida dependiendo del aspecto sociocultural. Para algunas personas la justicia no es más que la aplicación estricta de la ley, donde se castiga a aquellos que han violado normas o cometido delitos.
Pero para otros, la justicia está relacionada con la igualdad de oportunidades y la eliminación de las desigualdades sociales. Para ellos, la justicia se centra más en corregir las injusticias estructurales y en garantizar que todos los individuos tengan acceso a los mismos derechos y beneficios.
Sea cual sea tu postura, la justicia al igual que la mente humana, siempre serán algo multifacético y complejo.
