Aeropuertos: innumerables alas de árbol aéreo fue el único proyecto de poesía apoyado por el Programa de Estímulo a la Creación y al Desarrollo artístico en su emisión 2006-2007 que otorga Conaculta y la Secretaría de Cultura del Estado de Jalisco. Leticia Cortés se propuso para este libro 33 poemas cuya unidad temática se resuelve con la figura del aeropuerto como el lugar espacial donde se origina y consuma el acto poético. Para ello se vale de elementos tan habituales como la interacción y el diálogo de los individuos. Leticia escribió para ello las secciones “El deseo: poética de la tempestad” y “El cielo: viento enfurecido”. En “El deseo: poética de la tempestad”, Leticia aborda al cielo y la tierra como escenarios del extrañamiento entre los individuos; aquí convergen los aviones, los vuelos y el aire que son el hilo conductor de estos poemas: “Ascender es hacerse nube, / matiz de agua dinámica / envuelta en capullo aéreo. / En el eco del aire el nombre / es la noche en el recuerdo: / es aquello que anhelamos / lo perdido”.

Así, es de imaginar que cafés, llamadas telefónicas, equipajes, pasajeros meditabundos, amantes que dejan solos o atrás a sus amantes, conforman las imágenes principales de esta obra: “A lo largo del libro –indica Leticia– manejé un lenguaje cotidiano, […] pretendo recrear únicamente lo cotidiano, decir con las palabras que todos conocemos historias que ocurren dentro de un aeropuerto y de los que la mayoría de nosotros hemos sido testigos al viajar, ya que, final de cuentas, la poesía es precisamente eso: un viaje”. De los recursos poéticos a utilizar, Cortés hace énfasis en la metáfora, el símil, la hipérbole, la prosopopeya, la prosopografía, la etopeya y las sinécdoques. Escribiendo a veces en verso libre, a veces en prosa, Leticia planeó utilizar también el género epistolar, la confesión y el haikú, para crear de esta manera un poemario heterogéneo. En Aeropuertos: innumerables alas de árbol aéreo, se percibe a la poesía como un encuentro en pleno vuelo de significados y significantes.

Leticia Cortés contó que la última parte a realizar “que en realidad es el primer apartado del poemario, se llamaría ‘La tierra: aire violento’, en la cual abordaré aquello que ocurre dentro de los aeropuertos: las salas de espera, los pasillos, los restaurantes, las cabinas de comunicación. A diferencia de los demás apartados, ‘El cielo: viento enfurecido’, trata los actos que suceden a bordo de los aviones: las personas que revisan fotografías y cartas, escuchan música, ven películas, recuerdan, comen y lloran. ‘El deseo: poética de la tempestad’ proyecta imágenes en donde se unen los dos anteriores.

Como parte del proyecto Leticia Cortés realizó en papiroflexia aviones y pájaros sobre los cuales escribió versos que planeó hacer volar en una lectura pública. También proyectó realizar un expoema, que consiste en la representación plástica de la temática de su libro en cuestión con versos seleccionados, dentro de una galería local de la ciudad de Guadalajara.

Fragmentos de Aeropuertos: innumerables alas de árbol aéreo circularon por internet en publicaciones impresas de diferentes ciudades de México y el extranjero. Uno de los poemas (sin título aún) fue traducido al francés por el poeta Pablo Fante para una revista de Lyon, en París.